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En los primeros años setenta se hizo popular en Francia una miniatura de competición a la escala 1/43 que fue la única producida por Faracars, un fabricante del que, por lo demás, no se sabe nada más. El modelo a escala representa al STP Turbo que se presentó para la competición Indianápolis 500 de 1967, un revolucionario modelo a turbina de gas que quedó sexto aquel año y que al siguiente se estrelló contra un muro. Años después fue restaurado y hoy descansa en el salón de la fama del circuito de Indianápolis. El modelo de Faracars, comercializado en 1969, era de plástico con llantas en metal y contaba con una notable cantidad de detalles y un nivel de acabado superior a los Norev equivalentes de su época. Venía contenido en una vistosa caja de cartón con los textos en inglés y un juego de pegatinas para decorar el coche. A pesar de ser el único Faracars, fue una miniatura popular gracias a la fama que caracterizó al modelo real. No se sabe que Faracars produjera ningún otro modelo y la desaparición de la marca resulta llamativa al considerar el éxito de su primera y única creación.
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